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Sarampión

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Fecha de publicación: 6-10-2011

¿Qué es el sarampión?

Es una infección de causa viral, que tiene síntomas de una gripe común (fiebre, tos, conjuntivitis y moco nasal) junto con una erupción en la piel que afecta a todo el cuerpo.

¿Qué germen provoca la enfermedad?

Lo causa un virus muy contagioso, que se transmite por vía respiratoria, a través de las secreciones de la nariz o de la boca del enfermo, cuando tose, habla o estornuda. Es contagioso desde 1 a 2 días antes de tener fiebre hasta 4 días después de la erupción.

Clínica del sarampión

Comienza un cuadro catarral, con fiebre alta los 2 primeros días, que puede llegar hasta 39.5ºC. Tiene moco nasal, tos, malestar general, pocas ganas de comer y ojos muy rojos, a veces con secreciones con pus (conjuntivitis). También le puede molestar mucho la luz e hincharse los párpados. Estas alteraciones de los ojos, nariz y boca dan a la cara un aspecto de abotargamiento (“facies sarampionosa”). Esta fase precoz es la más contagiosa.

Un signo exclusivo del sarampión que aparece en esta fase en un 70-90% de los casos son las “manchas de Koplik”, que son unos puntos blancos, como granos de sal, que salen en la cara interna de los carrillos. Estas manchas suelen salir 2 días antes de la erupción en la piel y duran muy poco tiempo, por lo que a veces no los ve su pediatra cuando explora al niño.

Al tercer o cuarto día de fiebre sale la erupción en la piel, junto con fiebre y una mayor afectación del estado general. Es de color rojo violáceo, aspecto parcheado y deja zonas de piel sana. No suele picar al inicio. Comienza en la cabeza, por detrás de las orejas, luego se extiende poco a poco hasta llegar a los pies, incluyendo palmas y plantas.

En 4-6 días el sarpullido va palideciendo en el mismo sentido que salió, deja una descamación en la piel, cede la fiebre y el cuadro catarral. La recuperación completa se produce a los 7-10 días del inicio del exantema. La tos y síntomas de bronquitis son los últimos en irse. Queda inmunidad de por vida tras padecerlo.

¿Qué complicaciones puede tener?

Las complicaciones se dan sobre todo en niños no vacunados o con otros problemas de salud. Se debe pensar en ellas cuando la fiebre no se vaya o vuelva de nuevo. Las complicaciones más comunes son la otitis media, la neumonía y la diarrea.

En 1 de cada 1.000 casos puede haber una afectación muy grave del cerebro (encefalitis aguda). Aparece de 1 a 8 días tras la erupción, con alteración de la conciencia y convulsiones, con secuelas en un 25% y muerte en un 15%. En niños vacunados se da sólo en el 0.3 por cada 1000 casos.

Otra complicación neurológica mucho más rara (1 caso por cada millón) es la Panencefalitis Esclerosante Subaguda. Es una enfermedad degenerativa crónica que se inicia unos 12 años después del sarampión, sobre todo en niños que lo padecieron antes de los 2 años de edad. Causa alteración del comportamiento y del aprendizaje, después convulsiones, coma y muerte.

¿Cómo se llega al diagnóstico?

El diagnóstico se basa en la clínica, siendo más fiable si hay un contexto de epidemia. El diagnóstico más fiable nos lo puede dar una analítica de sangre.

¿Qué tratamiento tiene?

No hacer falta dar antibióticos ya que se trata de un cuadro viral. Se debe aislar al niño en casa para que no se propague y tratar los síntomas para dar un mayor confort: antitérmicos para la fiebre, lavados de los ojos frecuentes y líquidos para que no se deshidrate.

Se darán antibióticos sólo si hay complicaciones bacterianas, como la neumonía...

Si su hijo va a guardería o a la escuela no puede ir desde el comienzo de la fiebre hasta que hayan pasen por lo menos 5 días desde el comienzo de las manchas, siempre que el estado general del niño lo permita.

En los países en vías de desarrollo el sarampión causa gran mortalidad (hasta un 10%), dada la alta tasa de malnutrición y falta de una buena atención sanitaria, por lo que la OMS y UNICEF recomiendan dar vitamina A a niños con sarampión y deficiencia de dicha vitamina, siempre que la mortalidad sea mayor del 1%.

¿Se puede evitar?

No hay que estar con personas que tienen este tipo de erupción, taparse la boca al toser o estornudar, lavarse muchas veces las manos y no ir a sitios con mucha gente en caso de tener dicha erupción.

La mejor prevención es la vacuna, que está incluida dentro de la vacuna triple vírica, junto con la rubéola y parotiditis (paperas). Esta vacuna está en el calendario vacunal en dos dosis, una a los 12 meses y otra entre los 2 y 4 años según cada comunidad autónoma.

Si su hijo es mayor de 1 año, no está vacunado de la triple vírica y ha estado expuesto a personas con sarampión se debe vacunar en los primeros 3 días. En el caso de que la edad de su hijo esté entre 6 y 12 meses se le puede poner la vacuna, pero debe revacunarse a los 12-15 meses de edad como si fuera la primera dosis.

Esta vacuna está contraindicada en la mujer embarazada y en los enfermos con inmunodepresión, por lo que en caso de contacto en niños inmunodeprimidos, malnutridos y embarazadas, deben ir a su médico para que valore tratar con anticuerpos (gammaglobulina) como profilaxis dentro de los 6 días tras la exposición. Estos anticuerpos se dan para que no contraiga el sarampión o bien paliar sus síntomas.

¿Cuándo debo acudir al pediatra?

El sarampión es una enfermedad de declaración obligatoria, por tanto, ante la sospecha del cuadro debe ir a su médico para que se lo confirme. En casa debe vigilar los síntomas que pueden agravar el cuadro, como son: dificultad respiratoria (neumonía), dolor de oídos (otitis media), sueño intenso o decaimiento (encefalitis) u otro síntoma que le preocupe.

Especial cuidado deben tener los lactantes, embarazadas y las personas inmunodeprimidas (SIDA, cáncer, tuberculosis...).

Más información:

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Fecha de publicación: 6-10-2011
Última fecha de actualización: 17-04-2016
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