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Parvovirus B-19 y embarazo. ¿Qué debo saber?

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Fecha de publicación: 8-02-2015

La infección por Parvovirus B19 (ahora llamado Erythrovirus B19) es común en los niños. Este virus causa el llamado eritema infeccioso o megaloeritema. También se llama “quinta enfermedad”.

Se transmite de una persona a otra. Da lugar a un exantema muy característico. Suele comenzar en la cara, dando un aspecto de “mejillas abofeteadas”. Después se extiende a tronco, nalgas y extremidades. Puede o no tener fiebre.

En adultos sanos, la infección puede no dar síntomas o ser leves (malestar general, catarro). No es habitual la erupción tan característica como tienen los niños y suele ser autolimitada. Se resuelve sin tratamiento.

A veces se pueden dar complicaciones en las articulaciones o en la sangre (bajada de glóbulos rojos y de otras células de la sangre). Pero esto es raro.

Los adultos o niños con Erythrovirus B19, son más contagiosos mientras incuban la enfermedad, antes de poder ser diagnosticados. El riesgo de contagio es bajo cuando ya se tienen síntomas.

¿Qué sucede en el embarazo?

Cuando se contagia una mujer embarazada (o cualquier adulto) casi siempre es un cuadro leve o incluso sin síntomas. Se cura solo y sin complicaciones en la mayor parte de los casos.

La mayoría de las infecciones por Erythrovirus B19 durante el embarazo no causan problemas en el feto. No se ha demostrado que sea causa de malformaciones.

Pero se han descrito dos complicaciones graves a tener en cuenta. Sobre todo, cuando la infección tiene lugar en la primera mitad del embarazo:

- Muerte fetal: es poco frecuente. Estos casos suceden cuando el contagio sucede en las primeras 20 semanas de embarazo, sobre todo en el primer trimestre. Si el contagio se produce en la segunda mitad del embarazo es excepcional que suceda.

- Hydrops fetal: significa que el feto retiene líquidos de forma anormal. Además puede tener anemia o disminución de las plaquetas. Es una complicación rara. No suele suceder si el contagio ocurre después de las 32 semanas de gestación.

Pero esta situación es grave. El obstetra llevará un control estrecho de estos embarazos. Aunque puede llegar a resolverse, en otros casos pueden hacer falta tratamientos como transfusiones. La muerte del feto es posible.

¿Qué debo hacer si estoy embarazada y he estado expuesta al virus?

En este caso, se debe ir al médico de familia para valorar hacer un análisis de sangre (serología frente a este virus). Esta prueba, detecta si en sangre hay anticuerpos frente al virus. Suelen aparecer unos 10 días después del contacto y siguen altos semanas e incluso meses o años dependiendo del tipo. A veces puede ser necesario repetirla en 1-2 semanas para estar seguros del resultado.

En caso de que la prueba sea negativa (no ha habido infección) o muestre que se trata de una infección ya antigua, no hay que hacer ninguna otra prueba. Se continuará con los controles habituales del embarazo.

Si la prueba demuestra un contagio reciente, se debe informar al ginecólogo, sobre todo en la primera mitad de la gestación (<20 semanas), para valorar un seguimiento más estrecho del embarazo.

¿Qué puedo hacer para evitar el contagio?

Como es un virus que se contagia entre personas, hay varias medidas sencillas que deben hacerse para prevenir tanto ésta como muchas otras enfermedades:

1) Lavado de manos: debe ser frecuente. Nos ayuda a prevenir ésta y muchas otras enfermedades. Es importante lavarlas antes de la preparación de alimentos, después de ir al baño, cambiar pañales, hacer tareas al aire libre y tocar basuras y animales. Basta con lavar con agua y jabón unos 15-30 segundos. No olvidar limpiar muñecas, uñas y dedos. Aclararse bien y secarse con una toalla de uso personal o desechable. También se puede usar un gel antiséptico sin aclarado.

2) No compartir alimentos, bebidas o utensilios para comer de otras personas, incluidos niños pequeños o nuestros propios hijos.

3) Ventilar adecuadamente las estancias.

4) Evitar el contacto con individuos infectados.

RESUMEN

  • El Erythrovirus (o parvovirus) B19 produce en niños el megaloeritema. Es característico el signo de las “mejillas abofeteadas”.
  • En adultos, incluido en el embarazo, suele ser una infección leve e incluso cursar sin síntomas.
  • Sin embargo, cuando se infecta a una mujer embarazada, sobre todo en las primeras 20 semanas debe consultar con su médico y ginecólogo para descartar complicaciones.
  • El lavado de manos es importante para prevenir el contagio.
Fecha de publicación: 8-02-2015
Última fecha de actualización: 26-01-2020
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