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¿Qué es el mutismo selectivo?

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Fecha de publicación: 13-10-2016

Se trata de un trastorno en el que el niño es incapaz de hablar en situaciones sociales poco familiares y/o con personas poco conocidas.

Estos niños comprenden bien el lenguaje y pueden hablar con normalidad cuando se sienten cómodos y seguros.

¿Qué otros síntomas pueden manifestar estos niños? 

Cuando se intenta hablar con ellos, algunos niños con este problema se quedan quietos, sin moverse, sin expresión facial, giran la cabeza, evitan mirar a los ojos, mastican, se tocan el pelo, se muerden los dedos o uñas, se esconden etc.

¿A qué edad suele empezar?

Es más común detectarlo en la etapa de Educación Infantil. Aún así, muchas familias dicen que sus hijos ya tenían síntomas antes. Por ejemplo, dificultad para separarse de sus padres, mal humor, inflexibilidad, problemas de sueño, frecuentes berrinches y lloros etc.

En estos niños el inicio del lenguaje ocurre a una edad normal.

¿Hay criterios que lo definan?

1. El niño no habla en lugares o situaciones sociales fuera de su entorno cercano y donde el niño no se siente cómodo. No habla con la profesora, no habla con el pediatra, no habla con amigos de la familia etc.

2. El niño habla normalmente en al menos un entorno. Casi siempre es en casa, aunque un pequeño porcentaje de niños con este problema también son “mudos” en casa.

3. El no poder hablar en estos casos, le dificulta al niño en su capacidad para funcionar de forma normal en ámbitos educativos y/o sociales.

4. Los síntomas deben persistir durante al menos un mes.

5. Deben descartarse otros trastornos de la comunicación o del desarrollo y situaciones traumáticas o estresantes.

¿A qué se debe?

No se sabe la causa. Se sospecha que no hay sólo una. Se piensa que hay una predisposición genética, biológica, sobre la que actúan otros factores no del todo conocidos.

No existe prueba alguna de que la causa esté relacionada con abusos, negligencia o algún trauma.

¿Los niños que padecen este trastorno sufren por este motivo?

Sí.

Estos niños están deseando hablar, compartir sus ideas, hacer amigos y cumplir con las expectativas de sus padres y profesores. Por algún motivo, sus palabras se quedan atrapadas por la ansiedad, la frustración y el miedo. El mutismo selectivo conlleva altos niveles de sufrimiento personal. Y también importantes problemas de adaptación al entorno.

¿Hay algunos rasgos de personalidad propios de estos niños?

Estos niños suelen tener algunos rasgos de personalidad característicos. Estos son: timidez, retraimiento social, dependencia, perfeccionismo.

¿Qué debo hacer si sospecho que mi hijo sufre mutismo selectivo?

Debe consultar con su pediatra. Quien valorará si hay que derivarlo a un profesional con conocimiento en el tema, habitualmente un psicólogo.

No suelen necesitar tratamiento por logopeda. Estos niños no tienen problemas para articular el lenguaje.

La familia y el colegio deben tener una gran implicación en el tratamiento. Se deben seguir las pautas de pediatra, psicólogo, orientador escolar etc. 

¿Por qué es importante detectarlo a tiempo?

Sí. Es importante detectarlo a tiempo y prestarle la atención que merece.

Los estudios indican que cuanto antes se trate, más rápida será la respuesta y mejor el resultado.

 ¿Necesitará mi hijo tomar medicinas?

No siempre hace falta medicar al niño. Pero en muchos casos puede ser muy útil para ayudar al niño a dar los primeros pasos.

¿Qué puedo hacer para mejorarlo?

  • Crear para el niño un ambiente de seguridad, comunicación, compresión y afecto.
  • Dejar que exprese cómo se siente, a qué tiene miedo, qué problemas tiene.
  • Asignar pequeñas tareas de responsabilidad adaptado a su edad: autocuidado, higiene, colaborar en tareas sencillas del hogar.
  • Evitar la sobreprotección.
  • Potenciar sus puntos fuertes. Reforzar las tareas que el niño hace bien..
  • Fomentar que participe en actividades extraescolares, deportivas, parques, fiestas infantiles, cumpleaños.  Invitar a niños a casa y dejarle ir a casa de otros.
  • Fijar rutinas en normas y horarios. Esto dará al niño seguridad.
  • Mantener una buena colaboración con la escuela.

¿Qué no debo hacer?

  • Reñirle o castigarle. Mostrar enfado.
  • Hacer comparaciones. Por ejemplo, decir que otros niños hablan más, son más simpáticos, etc....
  • Forzarle a hablar
  • Hacer delante del niño comentarios que hagan referencia a que no habla: preguntar si ha hablado en clase, si ha cantado en música. 

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: 

Fecha de publicación: 13-10-2016
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