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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

La edad de los límites

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Fecha de publicación: 31-05-2013

¡Cuánto se habla de este tema!  Y es que no es fácil. ¿Pero es necesario poner límites?                                  

La respuesta es SI. Es necesario para :

  • Conseguir un desarrollo mental adecuado. De ese dependerá su salud psicológica cuando sea adulto.
  • Ejercer la libertad : saber respetarse y respetar a las personas que le rodean, padres y mayores. Es para bien propio y común.
  • Educar : desarrollar o perfeccionar las facultades que el niño posee, para que no corra peligro y enseñarle a vivir.
  • Permitir el desarrollo de funciones cerebrales como: manejo de las emociones, inhibición de impulsos, capacidad de espera y memoria de trabajo.Todo esto, fomenta el dominio de la voluntad y es esencial para hacer elecciones inteligentes en el futuro.
  • El niño adquiere seguridad y protección, lo que le permite SER MAS FELIZ.                                                                                                                              

¿A partir de qué edad debo enseñarle?

Nacemos sin saber “nada” y a partir de ese momento aprendemos continuamente. Podríamos decir que recibimos un tesoro en “bruto” al que hay que pulir y remodelar para que pueda brillar. Si siempre actuamos de la misma forma, enseñamos un comportamiento. En el niño se producen cambios neuronales, interioriza esa conducta y se convierte en un hábito o costumbre (ej: enseñarle a esperar un poco, a dormirse solo,  comer sentado, repetir el mismo gesto cuando no aprobamos algo…).                                                                                              

Cuando  enseñamos al niño le marcamos un camino pero no caminamos por El. Muchas situaciones conllevarán frustración pero son necesarias y  siempre corregiremos desde el cariño. Hay edades en las que es más fácil aprender que en otras, cada etapa requiere que le enseñes cosas diferentes. No existen “instrucciones universales” para educar a nuestros hijos, pero los responsables  somos los padres y el colegio, es solo un complemento.  A los niños no hay que darles” lo que quieren” para que sean felices…hay que darles “ lo que necesitan”: afecto, respecto, educación, ejemplos, mucho tiempo…

¿Qué consecuencias tiene no poner límites a mis hijos?

Todos estamos familiarizados con la figura de los “pequeños tiranos” : niños que imponen su propia ley en el hogar “sin levantar un palmo del suelo”. El niño tirano NO NACE, SE HACE y además NO ES FELIZ. No tiene empatía, no siente culpa por sus actos, son el centro del universo , los demás están para servirle y carecen de habilidad para resolver problemas. Son niños eternamente consentidos y los padres son sus víctimas. Crean su propio código de conducta y lo aplicará a los demás cuando sale de casa: guardería, colegio, parque, etc. Conforme avanza su edad organiza la vida familiar. Da órdenes a sus padres, los ridiculiza, miente, chantajea a todo aquel que intente frenarle y si nadie lo remedia es probable que pase a ser un adolescente agresivo.

¿Qué son los limites?

Una señal de STOP. Una barrera a conductas  peligrosas  para sí mismos o para otros. Poner un límite, significa contener, marcar una ruta, cuidar y proteger. Les enseñamos con ellos lo que es “SI” , lo que es “NO” , lo que es bueno y lo que es malo. También  lo que es OPCIONAL o puede elegir. Ejemplo: “no se pega” , “no se cruza la calle sin mirar”

¿Qué diferencia hay entre una norma y un limite?

Una norma es una regla ya fijada. Se crea en el ambiente familiar o en la sociedad y debe ser respetada. Su función es contribuir a la armonía familiar y social. Permite vivir en sociedad: sólo el que “es bueno en la familia es también buen ciudadano”. Ej: “entre semana no se ve la televisión”,  “hasta que no acabamos de comer no nos levantamos de la mesa”. El límite sería el punto final del máximo que toleramos en una norma.

¿Cómo enseño a un bebé?

Durante el primer año de vida el niño necesita cuidados básicos relacionados con el consuelo y el alimento. Gracias a estos se crean el vínculo y apego entre nosotros. El niño se sentirá querido incondicionalmente. Desarrollará confianza y seguridad. Si esto ocurre así , cualquier aprendizaje posterior será más fácil. A partir del año, se produce un cambio trascendental. La curiosidad , capacidad para moverse y decir las primeras palabras les permiten pedir sus necesidades y también ser caprichosos . Esta edad se caracteriza por la incapacidad para conocer los peligros y su insistencia para conseguirlo todo… Es aconsejable marcar algunas reglas para que las vaya interiorizando: baño, comida, respeto, prevención de accidentes.

¿Por qué  a algunos padres  les cuesta tanto poner limites?                                                              

Nuestra realidad social y ciertos tipos crianza  fomentan esta situación :

  • Padres distraídos digitalmente”: no emplean tiempo en esos menesteres, acceden a sus peticiones para seguir trabajando o inmersos en pantallas.
  • Padres fantasma”, que pasan poco tiempo en casa por trabajo. El tiempo que están , prefieren no entrar en conflicto.
  • “Padres mayordomo”, sobreprotectores, hacen todo por sus hijos. Justifican cualquier comportamiento  para evitarles sufrimiento. Claudican inmediatamente ante sus peticiones y caprichos. (Ver ” Cria cuervos y te sacaran los ojos”).
  • "Padres permisivos, llamados “modernos”:  obsesionados por dar a sus hijos lo que ellos no tuvieron de pequeños. Confunden dar amor con criar niños “dependientes”: perezosos, inmaduros, incapaces de tener responsabilidades. Se da con frecuencia en este modelo, una competencia absurda entre ambos progenitores por ganarse el cariño de los niños.

Para que las normas tengan éxito en la familia se requiere

  1. Límites claros, precisos, adaptados a la edad. Hablándoles en positivo, por ej: “es hora de recoger” (Ver “Mi hijo es desobediente, qué  puedo hacer”)
  2. Tener en cuenta la opinión de nuestros niños. Les diremos un “NO” o un “SI“ , pero con cariño.
  3. Evitar el “mercantilismo”: el peor enemigo de los límites. Ponerle precio y regalar algo material cuando cumple con su deber.  Ej: “si apruebas todo te compro la play”.
  4. Ambos progenitores han de estar de acuerdo, ser coherentes y “no perder los nervios”.
  5. Establece rutinas que puede ir seguidas de un beneficio. Ej : “cuando cenes, te bañes y estés medido en la cama, voy a contarte un cuento”.
  6. Fomentar la autonomía del niño, permite que haga algunas cosas solo.
  7. Haz ver que sus actos tienen consecuencias. Se hace en el momento, con una medida clara y fácil de cumplir. Ej: “apagamos la tele”, “hoy no vamos al parque”.
  8. Premia el buen comportamiento con gestos y palabras de satisfacción.

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Fecha de publicación: 31-05-2013
Última fecha de actualización: 09-05-2020
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