Los niños aprenden por imitación y por los valores en los que son educados. Los padres somos sus modelos, sus referentes. Y hay pequeños detalles que también cuentan.
Educar en la igualdad de género abarca todos los ámbitos y actividades del día a día, incluido el ejercicio. Podemos intentar hacerlo mejor desde el principio y no generar roles que supongan algún tipo de conflicto.