A día de hoy, en pleno siglo XXI, todavía una gran parte de la población mundial sigue sin tener acceso al agua potable. ¡No puedes permanecer impasible!
Sigue habiendo diferencias en las relaciones intergéneros. Y las nuevas generaciones de jóvenes parecen mantener algunos de estos estereotipos. Hay que trabajar desde la familia, la escuela y la sociedad para evitar las desigualdades.
La pobreza no es solo carecer de las necesidades básicas. También supone exclusión social, no tener acceso a servicios ni poder participar en actividades habituales o compartidas con otros niños.