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Tubos de ventilación en el oído

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Fecha de publicación: 12-01-2012

¿Qué son los tubos para los oídos?

Son unos tubos muy pequeños que se colocan en el tímpano. El tímpano es una membrana muy fina que separa el conducto auditivo del oído medio. A los tubos para los oídos también se les llama tubos de ventilación o tubos de timpanostomía. (Dibujo: Tubo de ventilación insertado en el tímpano y drenando líquido)

¿A qué niños se les recomienda?

Se les ponen tubos a los niños que padecen otitis media de repetición. Son los niños que en 6 meses tienen tres o más otitis o que en un año tienen cuatro o más otitis. Con los tubos tendrán menos infecciones en el oído. Y si tienen otitis se recuperan antes.

También se ponen tubos a los niños que no oyen bien porque tienen líquido en el oído medio durante mucho tiempo. Para aprender a hablar hay que oír muy bien.

No es raro que haya que poner tubos a los niños pequeños. En estos últimos años vemos que hay menos niños que lo necesitan porque se pone la vacuna contra el neumococo.

¿Cómo funcionan?

El sonido llega por el orificio del oído hasta el tímpano a través del conducto auditivo externo. El sonido pasa desde el tímpano hasta el oído interno a través de la cadena de huesecillos.

El oído medio debe estar bien ventilado para que el sonido pase bien. El aire llega al oído medio por un conducto que se llama la trompa de Eustaquio. Este conducto va desde la parte más alta de la faringe hasta los orificios de la nariz. En los niños pequeños este mecanismo funciona peor que en los adultos. Es más fácil que el oído medio se llene de líquido y se tengan otitis.

Cuando se pone un tubo de ventilación en el tímpano, el oído medio siempre tiene aire. Así la presión en el tímpano se mantiene normal y se tienen menos otitis.

¿Cómo se ponen los tubos?

Los pone el médico especialista en Otorrinolaringología. Es una operación fácil y de corta duración. Se pone anestesia general para estar seguros de que los niños no se mueven.

Al tímpano se llega a través del conducto auditivo externo. Se hace un pequeño orificio en el tímpano. Se vacía el líquido que hay en el oído medio y se pone el tubo. No va quedar ninguna cicatriz.

Casi todos los niños pueden irse a casa unas horas después. Suelen poder hacer su vida normal al día siguiente.

¿Cuánto tiempo se dejan puestos?

El tubo se suele quedar en el tímpano entre 6 y 18 meses. A veces se colocan tubos para que estén puestos durante más tiempo.

Si el niño vuelve a tener otitis es porque la trompa de Eustaquio no funciona bien. Se pueden volver a poner los tubos.

¿Se caen por si solos o hay que quitarlos?

El propio tímpano suele expulsar el tubo hacia el exterior cuando se va curando. Si a los 2-3 años no se han caído hay que quitarlos.

¿Se puede bañar mientras tiene tubos en el oído?

Hay varias opiniones y depende también de cada niño. Lo mejor es que los padres le pregunten a su otorrinolaringólogo.

No entra agua en el oído cuando el niño se ducha, se baña o nada sin bucear. En estos casos no hay que tener ningún cuidado especial. Pero algunos expertos aconsejan usar tapones en la ducha, el baño y para nadar.

Eso sí, los niños con tubos no deben bucear nunca. Y deben tener cuidado cuando se bañan en zonas donde el agua puede estar contaminada: los lagos, los ríos y el mar.

¿Qué problemas puede tener con los tubos?

Se hacen controles después de la operación. Para ver que todo va bien.

Algunas veces se tienen pequeños problemas transitorios: se obstruye el tubo o sale secreción del oído. Se puede expulsar el tubo antes de tiempo. Y pocas veces queda un daño en el tímpano para siempre, como una perforación, una esclerosis (zona más dura) o una zona más débil.

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: 

Fecha de publicación: 12-01-2012
Última fecha de actualización: 13-04-2018
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