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Doctor, a mi hijo le tienen que hacer una ecografía

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Fecha de publicación: 18-06-2016

¿Qué es una ecografía?

Se trata de una prueba diagnóstica que utiliza sonidos de muy alta frecuencia, los ultrasonidos. Con ella se pueden ver imágenes de distintos órganos del cuerpo de los niños y niñas a quienes se realiza. 

¿En qué consiste?

Los ultrasonidos son emitidos por una sonda, que se llama transductor, hacia el cuerpo. Aquí van atravesando los distintos órganos y tejidos contra los que chocan o pierden intensidad. Al final todos los sonidos emitidos regresan a la misma sonda en forma de ecos reflejados que son tratados por un sistema informático. Este los traduce en imágenes en escala de grises o blancos y negros, que es como lo vemos en la pantalla al final de todo el proceso.

¿Qué se puede ver con una ecografía?

Con esta técnica se pueden ver la mayor parte de los órganos y tejidos del cuerpo. También podemos ver las enfermedades que afectan a estos órganos y tejidos.

- Así, si hacemos una ecografía del abdomen (que es la más habitual) se pueden ver: hígado, vesícula, páncreas, riñones, vejiga, las grandes arterias y venas abdominales y también los intestinos.

- Cuando se hace en el cuello se ven también la glándula tiroides, los ganglios del cuello, las arterias y venas.

Hoy día prácticamente cualquier parte de la anatomía puede valorarse por ecografía.

¿Cómo se hace?

Los niños a los que se les va a hacer una ecografía se tumban en la camilla boca arriba. El médico explorador le pasará una sonda por el abdomen o por la zona del cuerpo que hay que estudiar. En algún caso puede que nos indique cambiar de postura para ver mejor según que órganos. También pondrán un gel de base acuosa entre la piel y la sonda para favorecer el paso de los ultrasonidos a través de la piel de los niños.

¿Qué se necesita para realizar una ecografía? ¿Se requiere alguna preparación especial?

Para hacer una ecografía a un niño solo hace falta una sala ambientada con motivos infantiles.

  • Siempre que sea posible, con poca luz para ver mejor las imágenes en la pantalla.
  • También una camilla, el ecógrafo y el gel.
  • Es útil un calienta-biberones para calentar el gel y no crear rechazo en el niño cuando se le pone encima.
  • Y también papel secante para retirar el exceso de gel que queda al terminar.

La preparación varía según el tipo de ecografía a realizar. Los niños que puedan colaborar, como los escolares y de mayor edad, conviene que vengan en ayunas y con la vejiga llena para ver mejor algunos órganos como la vesícula, el páncreas o la vejiga. En cambio, en lactantes en los que queremos ver si tienen problemas en el estómago es mejor que vengan con el estómago lleno.

¿Duele?; ¿precisa analgesia o anestesia?

Esta prueba no duele, por lo general. El paso de la sonda por algunas partes del abdomen en los niños que tienen algún problema podría causar alguna molestia. Por ejemplo, si hay una inflamación de la vesícula o si hay apendicitis. Por tanto y por norma general, no precisa analgesia ni anestesia de ningún tipo.

¿Y las radiaciones, qué?

La ecografía no usa radiaciones ionizantes como sí hacen la radiografía (los rayos X) o la tomografía (más conocida como TAC). Emplea sonidos de muy alta frecuencia. Son imperceptibles para el oído humano y son completamente inocuos.

Es la prueba más adecuada en muchos estudios diagnósticos. Por sí sola nos puede dar información suficiente para evitar otras pruebas diagnósticas que sí duelen o que precisan radiaciones ionizantes.

Las radiografías serían las pruebas ideales para valorar los huesos y el esqueleto en busca de fracturas o de otras anomalías óseas. La tomografía estaría indicada para estudiar aquellas zonas del cuerpo que no se pueden ver con la ecografía y como técnica que complementa a la ecografía.

¿A partir de qué edad se puede hacer una ecografía?

Se puede hacer a cualquier edad, desde recién nacido. De hecho es la prueba de imagen primordial en el seguimiento del embarazo debido a su inocuidad.

Según la edad de los niños se van a usar sondas especiales como las de los recién nacidos. Las enfermedades que se pueden estudiar y las zonas de la anatomía que se pueden valorar también cambian según la edad de los niños. Por ejemplo, a un bebé prematuro o un lactante pequeño se le puede hacer una ecografía del cerebro aprovechando que la fontanela de la cabeza está aún abierta.

¿Para qué tipo de estudios sirve?

Hoy en día se puede hacer una ecografía casi de cualquier parte del cuerpo. Hay que  emplear las sondas adecuadas y aplicar el programa informático y la configuración del equipo adecuados a cada exploración. Así podemos hacer ecografías abdominales, del cuello, escrotales, cerebrales en los lactantes, de mama, músculo-articulares, de partes blandas, del tórax, del ojo e incluso de la piel. También nos puede servir como guía para las biopsias o las punciones para sacar líquidos. 

Fecha de publicación: 18-06-2016
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