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Medicamentos para el tratamiento del TDAH ¿Qué son y para qué sirven?

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Fecha de publicación: 20-04-2014

Son fármacos que se usan para mejorar los síntomas del Trastorno por déficit de atención con/sin hiperactividad (TDAH): falta de atención, dificultad para estar quieto y callado y para controlar los impulsos.

Los más importantes son cuatro: el Metilfenidato, la Lisdexanfetamina, la Atomoxetina y la Guanfacina. Todos actúan sobre ciertas sustancias que están en el cerebro, llamadas neurotransmisores. Estos hacen falta en cantidades adecuadas para el buen funcionamiento del mismo.

El Metilfenidato y la Lisdexanfetamina son estimulantes del Sistema Nervioso Central (SNC) y aumentan los niveles de dopamina.

La Atomoxetina y la Guanfacina aumentan los niveles de noradrenalina, por lo que dura más tiempo en el cerebro.

¿Cómo se utilizan?

El Metilfenidato se inicia a dosis bajas y se va aumentando poco a poco, cada semana, hasta obtener los efectos deseados. Se puede empezar con comprimidos de liberación inmediata (Rubifén®, Medicebrán®), cuyo efecto dura unas 4 horas, y se dan 2-3 veces al día, con o después de las comidas. Una vez alcanzado el efecto, se sigue con esa dosis o se puede cambiar a un preparado de acción prolongada, para darlo solo una vez al día (por la mañana). Las distintas posibilidades a la venta son:

  • Cápsulas de liberación “prolongada” (Medikinet®:, Rubifén Retard®:  la mitad del fármaco se libera de forma inmediata y la otra mitad, más lentamente) o “modificada” (Equasym®, Methysym Retard® 30% de forma inmediata y 70% lentamente). Las primeras se toman con el desayuno o después, y las segundas, antes. Su efecto dura unas 8-10 horas.
  • Comprimidos de liberación prolongada (Concerta®, Rubicrono®: 20% de forma inmediata y 80% lenta). Se pueden tomar con o sin alimentos. Su efecto dura unas 12 horas.

Los comprimidos de liberación prolongada se tienen que tragar enteros, sin partir o masticar. Las cápsulas de liberación prolongada se pueden abrir y verter el polvo en yogur. Los comprimidos de liberación inmediata se pueden partir. Es bueno beber agua después.

La Lisdexanfetamina (Elvanse®) también se inicia a dosis bajas y se va aumentando cada semana, hasta conseguir los efectos deseados. Se toma una vez al día, por la mañana, con o sin alimentos.

La Atomoxetina (Strattera®, Atamax®, Dezaprex®) se da desde el principio a la dosis necesaria pero los efectos deseados pueden tardar de 4 a 8 semanas en verse. Son cápsulas que se tragan enteras, una vez al día y se mantiene su acción hasta 24 horas.

La Guanfacina (Intuniv®) se inicia a dosis bajas y se puede aumentar cada semana, hasta conseguir los efectos deseados. Se toma una vez al día, por la mañana o por la noche. Se puede tomar con o sin alimentos, pero no se puede masticar, triturar ni romper antes de tragarlo.

¿Qué problemas pueden producir?

Metilfenidato y Lisdexanfetamina: los efectos secundarios más frecuentes son leves y, casi siempre, transitorios. Entre ellos están: mal apetito, pérdida de peso y molestias abdominales, dolor de cabeza, mareo, dificultad para dormir, irritabilidad, agitación y cambios de humor.

Hay otros más graves pero muy raros, como reacciones alérgicas, dolores articulares, visión borrosa, dolor torácico y palpitaciones, tics, convulsiones... El metilfenidato y la lisdexanfetamina pueden crear hábito y no se deben dar si hay antecedente de abuso de sustancias.

- Atomoxetina: los efectos secundarios más frecuentes son leves y suelen desaparecer. Entre ellos están: mareo, dolor de cabeza, dificultad para dormir, boca seca y estreñimiento, mal apetito, pérdida de peso y molestias abdominales.
Hay otros más graves y también muy raros, como reacciones alérgicas, depresión, alteraciones de la conducta, dolor torácico y palpitaciones… Hay que vigilar de cerca si hay ideas suicidas (deseo de hacerse daño a uno mismo).

- Guanfacina: los efectos secundarios más frecuentes son leves y suelen desaparecer. Entre ellos están: somnolencia, sedación, boca seca, hipotensión y aumento de peso.

¿Qué precauciones debo tener?

Antes de empezar con el tratamiento, hay que informar al médico de las enfermedades previas del niño y de su familia, porque con algunas de ellas es mejor no tomar estos fármacos: enfermedades cardiacas, glaucoma, hipertensión arterial, hipertiroidismo, problemas psiquiátricos…

Mientras lleve el tratamiento, las consultas de seguimiento sirven para comprobar los efectos beneficiosos del fármaco y si ha tenido efectos no deseados. Sobre todo se vigilarán el peso y talla, la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.

Se debe tomar el fármaco siempre a la misma hora y no interrumpir de forma brusca su administración.

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: 

Fecha de publicación: 20-04-2014
Última fecha de actualización: 14-02-2022
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