Algunos problemas en los genitales masculinos: retracción del prepucio y fimosis
Con frecuencia, los genitales de los bebés preocupan a los padres. Es importante que sean revisados en los controles de salud.
¿Qué es la fimosis?
Es la incapacidad de retraer el prepucio sobre el glande o extremo del pene.
El prepucio es la piel que protege el meato urinario y el glande de infecciones y mantiene su humedad y sensibilidad.
¿Qué evolución tiene?
Al nacer, es normal que el prepucio y el glande estén fusionados y no se pueda descubrir la punta del pene. Esta situación es transitoria. Se trata de una fimosis fisiológica (Fig. 1) y no hay que tratar.
Después, el crecimiento del pene, las erecciones fisiológicas y el acúmulo bajo el prepucio de una sustancia blanca y cremosa, que se llama “esmegma”, hacen que el prepucio se separe y deslice sobre el glande. Este proceso es lento, sin síntomas y se suele completar entre los 5 y 12 años.
¿Qué situaciones pueden aparecer durante el crecimiento?
Quistes del prepucio. Las células descamadas bajo el prepucio forman el esmegma. Se puede ver como grumos o quistes blancos. Estos quistes prepuciales son benignos y ayudan a la separación del prepucio del glande. No necesitan tratamiento.
Globo prepucial (Fig.2). A veces, la salida de orina a presión “infla” la cavidad prepucial como un pequeño balón o globo. Es una condición benigna y transitoria. Pero hay que tratar si la retención de la orina se resuelve sólo con presión manual.
Figura 2. Globo prepucial en niño de 2 años
Parafimosis. Es una urgencia. Puede pasar cuando se fuerza la retracción y la piel se desliza pero no vuelve a subir. El glande se estrangula por el anillo fimótico y la sangre no puede circular, lo que provoca inflamación del cuello del pene. En estos casos hay que ir a urgencias.
Fimosis patológica. La piel del prepucio se vuelve dura y no se retrae por cicatrices en su extremo distal. Las cicatrices se deben a lesiones por forzar la retracción o bien por infecciones o inflamaciones del prepucio. Se forma un anillo fibroso blanco.
Puede haber molestias al orinar, erecciones con dolor, más riesgo de parafimosis, de infecciones del pene y urinarias.
Es útil aplicar corticoides y ejercicios suaves de retracción. Si esto no es eficaz, o si hay complicaciones, se indicará el tratamiento quirúrgico.
- Frenillo corto. El frenillo del pene es una banda elástica de tejido debajo del glande del pene que se une al prepucio y ayuda a deslizarlo sobre el glande. Si el frenillo es demasiado corto, limita el movimiento del prepucio y puede molestar durante la erección. En este caso podría necesitar un pequeño corte por parte del cirujano o urólogo.
El pediatra hará el seguimiento y pautará el tratamiento adecuado en cada situación.
Cuidados e higiene
Mantener una higiene apropiada de los genitales previene los procesos inflamatorios y el riesgo de fimosis patológica.
El prepucio del bebé no requiere cuidado especial. Si está adherido, hay que lavarlo como el resto del cuerpo con un jabón para su edad sin forzar la retracción.
Hay que cambiar a menudo el pañal para evitar irritaciones que estrechen el prepucio.
Conforme se separe, deslizar suavemente el prepucio en la higiene diaria.
Cuando el niño crece hay que enseñarle a retraer el prepucio y lavar el glande a diario.
No forzar las retracciones ya que pueden provocar dolor, lesiones y la fimosis patológica.
Conclusiones
La fusión entre prepucio y glande es fisiológica y se separa con la edad.
No hay que forzar la retracción.
Salvo que tenga una fimosis patológica o tenga síntomas de repetición, hay que esperar a que se resuelva solo.
Lavar bien el prepucio, con una retracción suave, previene patologías del mismo.
Más información...
- RECURSOS Familia y Salud: Escucha el Vídeo: ¿Qué es la Fimosis Neonatal?
Otros problemas en genitales masculinos (en Familia y Salud)
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Mª Dolores Cantarero Vallejo. Pediatra. Centro de Salud de Illescas. Illescas (Toledo)